Una postura es un patrón. En un patrón realizamos posturas físicas a través de la programación inconsciente del cerebro y del sistema nervioso. 

Estos patrones (estar de pie, andar, correr, saltar, sentarnos, acostarnos…) los aprendemos cuando somos pequeños y luego una vez que los tenemos grabados en el “disco duro” los repetimos sin pensar en ello, de una forma automática. El 95% de lo que hacemos diariamente ya está programado en nuestro cerebro. Con el Bowspring y la repetición de las acciones que aprendemos en el sistema podemos cambiar los viejos patrones y reprogramarlos. 

Podemos diferenciar dos tipos de posturas:

Descanso (estáticas) 

Cuando dejamos de movernos, la forma y el tono del cuerpo-mente adopta una postura estática por defecto. En ella nuestro sistema nervioso y sistema miosfacia-esquelético coloca el cuerpo-mente de una forma segura, cómoda, de protección y de eficacia energética (OFF) 

Además también nuestros pensamientos comunes, respuestas emocionales y reacciones del sistema nervioso se convierten en patrones acumulativos en esta postura por defecto del cuerpo. El problema es que tendemos por defecto a la posición en la que nos sentimos seguros conocida como de resistencia mínima. Y que termina por convertirse en nuestra postura por defecto. 

Activas (dinámicas)  

Posturas activas son aquellas en las que hay una preparación funcional para el movimiento. Para pasar de una postura estática a una postura dinámica, debe haber un cambio en la posición de tal manera que los músculos del cuerpo puedan activarse para poder moverse. En una postura dinámica ya hay un nivel de preparación para moverse con rapidez y ligereza sin tener que cambiar de posición. Esto significa que las rodillas están dobladas, los sentidos están con vida y la mente presente. Cómo dijimos anteriormente el Bowspring es una postura activa y dinámica. 

Postura cerrada vs. postura abierta 

La postura cerrada es nuestra postura por defecto de descanso, seguridad, nutridora y de reducción de sentimientos y sensaciones. La curva en C en el torso y en la columna vertebral es una postura eficaz para tranquilizar y realzar los sentimientos de protección. Una postura cerrada es un movimiento de encogerse hacia la curva en C de la columna vertebral, como la posición fetal que es nuestra postura por defecto más primaria. Cuanto más inactiva es la parte trasera del cuerpo, tanto más la postura está optimizada para el descanso y relajación. La postura cerrada refleja la expresión de la emoción contractiva.

La postura abierta es la forma dinámica presente a lo largo del día para el funcionamiento óptimo de andar, correr, saltar o elevar. Una postura abierta está en funcionamiento cuando la parte trasera del cuerpo está activada. Por fuera es una postura que expresa las emociones positivas y expansivas. 

La parte delantera/frontal del cuerpo está abierta en el Bowspring y proporciona la sensibilidad psico-emocional en equilibrio con la sensación elevada de poder. 

Principales expresiones emocionales categorizadas como postura cerrada u abierta: 

Abierta 

Cargada en forma de muelle con la activación de la espalda desde la periferia hacia el sacro. 

Emocionalmente relacionada con la alegría, el amor, la paz, el deleite y el asombro. 

Cerrada 

Las piernas dobladas hacia el torso, el coxis metido, la barriga corta, espalda baja plana o redondeada, espalda alta redondeada, pecho colapsado, antebrazos doblados, brazos rotados hacia dentro, hombros inclinados hacia delante, cuello y garganta se acortan y se contraen los hombros, la cabeza se inclina. 

Emocionalmente relacionada con la tristeza, la ira, el miedo, el desprecio y la repugnancia.